Estuvimos
fuera de la línea unos días, aparentemente por el ataque de un
virus. A pesar de ello, hemos vuelto. No sé de que virus se trata
ni de donde vino, pero provocó un desastre que casi aniquiló
nuestros archivos. De todos modos, fue "casi", por lo que
debemos estar agradecidos.
El jueves 19 de julio uno de los hijos del Dr. Luis María
Argaña, muerto en algún momento del 23 de marzo de 1.999, no se
sabe de qué y mientras era vicepresidente de la República, el que
lleva su mismo nombre y le dicen "Lilito" estuvo a visitar
al senador Enrique Gonzalez Quintana, oviedista y acusado del
asesinato de su padre, en la ciudad de Carapeguá, donde el senador
reside.
Como
el senador no estaba presente, lo espero dos horas, porque el
senador estaba en Asunción, que se encuentra a casi 150 kilómetros
de la capital. Cuando se entrevistaron y por lo relatado por el
protagonista principal, "Lilito" le habría expresado su
contrariedad por las acciones llevadas a cabo por sus hermanos
Nelson y José Emilio, y le habría dicho que "esto - por el régimen
- se venía abajo, y que no quería que lo pusieran en la misma
bolsa que a sus dos hermanos".
El relato parte de fuente oviedista, pero tomó estado público
y no hubo desmentidos. Es más, se sabe que los dos hermanos mayores
de "Lilito" lo habrían increpado duramente, sin
resultados.
Mientras
tanto el fiscal Alejandro Nissen, que investiga el golpe de opera
bufa del 18 de mayo del 2.000, propuso a los acusados, para quienes
pide penas exóticas que no existen en el Código Penal , que
edifiquen un nuevo "Hospital de Clínicas" a cambio de un
"procedimiento abreviado" – que significa no ir a juicio
oral, que los pondría en libertad.
Los
acusados no han aceptado la propuesta por considerarla un disparate
mayúsculo y porque entienden que Nissen ya perdió el juicio al no
presentar las evidencias en tiempo oportuno.
Yo afirmo que Nissen no es tan tonto como aparece, sino que
no quiere ir al juicio oral porque entonces el gobierno quedará
definitivamente como culpable de usurpación. Y eso tiene
consecuencias muy graves. Prefiere aparecer como tonto antes que
como el responsable de una debacle cierta, que por otro lado no podrá
impedir. El gobierno es usurpador y tendrá que dar cuentas de ello
más tarde o más temprano.
Pero el gobierno se mantiene, a pesar que su soporte político,
la ANR se muestra cada día más crítica. Se dijo hoy en Asunción
que Angel Ramón Barchini, un referente del argañismo, dio al
presidente 48 horas de plazo para cambiar el gabinete, amenazando
con votar el juicio político. Si Barchini vota a favor del juicio
político, por lo menos en la Cámara de Diputados el usurpador habrá
perdido la batalla. En el Senado es otra cosa, pero el Senado no
existe porque se reúne sin querom constitucional.
La Iglesia Católica comienza a agitarse en serio, mientras
se forma un "frente patriótico" destinado a hacer
renunciar al usurpador. Ha lanzado sus tentáculos para consultar
con políticos y dueños de medios masivos de comunicación. En
general, se vive una atmósfera de crepúsculo.
Las esperanzas son esperanzas, porque mientras el Brasil y
los Estados Unidos sostengan al régimen usurpador, todo el mundo
puede pararse de cabeza en el Paraguay que no pasará nada.
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