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El lunes 11 de junio dije por la emisora 9.70 AM, en el programa Polémica al
Atardecer, que el senador Gonzalez Macchi, usurpador de la presidencia de
la República según los términos de la Constitución, se encontraba
proponiendo al UNACE - movimiento interno de la ANR liderado por el Gral
Lino Cesar Oviedo, cautivo en Brasilia - una amnistía para Oviedo a cambio
del rechazo del juicio político que intenta llevar adelante el PLRA y del apoyo
electoral para su reelección en el 2.003. Gonzalez Macchi puede conceder
esa amnistía porque es Comandante en Jefe de las FFAA y porque Oviedo
está condenado por un Tribunal Militar especial.
Enseguida todo el mundo comenzó a negar que hubieran negociaciones en
marcha y se habló de negociaciones entre el PLRA y el UNACE y el
presidente electo de la Junta de Gobierno de la ANR, Nicanor Duarte Frutos
y el UNACE. Y se habló también de indulto.
La negativa de todo el mundo confirmó que todo el mundo estaba jugando
con la idea. Los oviedistas mismos, tal como yo lo había manifestado en esta
columna, se negaron a considerar indultos o amnistías para su líder ya que
ellos quieren la reapertura de un proceso limpio, sin los vicios que tiene el
actual, que en realidad es nulo, de nulidad absoluta. Todos necesitan y
quieren los votos oviedistas, pero nadie quiere reconocerlo.
Oviedo es una pieza de negociación del Brasil en este momento. Forma parte
del chantaje que el gobierno de Fernando Henrique Cardoso le está
haciendo al gobierno del usurpador Gonzalez Macchi, a quien se le amenaza
con la venida de Oviedo si no accede a vender hasta la última chispa de la
energía de Itaipú. Gonzalez Macchi que tiembla con la sola idea de la venida
de Oviedo, ha cedido ya, por lo que se sabe y se colige de las declaraciones
del Ministro de Obras Públicas, a todo lo que el Brasil ha exigido. Se venderá
toda la energía al Brasil y, además, se acoplará al Paraguay al pacto
automotor argentino- brasileño. Todo, con tal que no venga Oviedo, ni
siquiera encadenado.
La entrega de lo último que tiene el país se haría en la próxima cumbre del
MERCOSUR. Si Gonzalez Macchi no firma, vendrá Oviedo y los presidentes
de Brasil y Argentina lo tratarán como a un leproso. Si cede, lo abrazarán
como a un igual.
Hoy, jueves 14 de junio me han informado que en el Banco Central del
Paraguay ya no quedan reservas sino papeles falsos. Y que los intereses
que deberían haber devengado las reservas colocadas en bancos
extranjeros, unos 134 millones de dólares americanos, se han esfumado. El
desastre es total. Si a ese desastre, que probablemente será anunciado la
semana práxima se suma la venida de Oviedo, muchos de los altos
funcionarios paraguayos iran a parar a la cárcel.
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