He leído la carta del
lector del Sr Velilla que propone estudiar el ADN de Carlos Antonio López y el de su
supuesto hijo Francisco Solano. De Don Carlos se cuentan los huesos verdaderos, o tal vez
las cenizas, pero de Francisco Solano no.
Cuando se quiso hacer la ceremonia de traer los huesos a Asunción, se
desenterró un montón de huesos cualquiera, de un osario lleno de ellos, sin
identificación alguna.
Es posible que sean los de Francisco Solano como es posible que sean de
algún soldado brasileño. Sin embargo, lo de la paternidad de Lázaro Rojas no es un
simple rumor. Según el historiador Benjamín Vargas Peña, que se remite a documentos de
la época, Juana Carrillo habría incurrido en la ira de su hijo porque ella lo había
llamado "bastardo" cuando intentaba de apoderarse del poder por herencia.
La figura misma del esmirriado Mariscal, casi enano, con los pies
pequeños, tanto que había que hacerle hacer botas especiales en Inglaterra contrastaba
con la enorme de Carlos Antonio López.
De cualquier modo, el viejo dictador lo trataba como a un hijo, ya que
según el rumor, fue gracias a Francisco Solano que accedió a la fortuna de Lázaro
Rojas, el padrino - y tal vez amante - de Juana Pabla Carrillo.
El ADN entonces no sería una prueba contundente si no fuese compatible
con el de Don Carlos, porque quedaría la duda sobre de quien en realidad son los huesos
guardados en el Panteón de los Héroes.
Alberto Vargas Peña